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Un espacio a cielo descubierto, rodeado de un muro bastante
alto, para repeler los ataques de ladrones. Dentro, en torno al patio, corría un pórtico que ofrecía refugio y estaba cerrado en algunos tramos por un murete. Así, se creaban una especie de pequeños habitáculos, reservados para quienes podían permitirse pagar por tener una intimidad mayor.
Según el abad Ricciotti, es difícil imaginar que en el caravasar o en toda Belén no hubiera un rincón en el que acoger a los dos esposos. Sin embargo, ese «para ellos» podría indicar que en aquellos días y en aquellas circunstancias, con el abarrotamiento y la absoluta promiscuidad que se vivía en los lugares públicos, lo que María no encontraba era un lugar donde vivir el nacimiento de Jesús con reserva y discreción,
donde lograr un poco de intimidad. La otra parte del texto
habla de un pesebre; y el pesebre supone un establo que en la pobre ciudad de David, eran pequeñas grutas excavadas en la roca en los alrededores de las casas o en las colinas que rodeaban Belén.
A partir de estos
datos, situaremos el Portal, como centro de atención, a
primera vista, destacando del resto del montaje de nuestro
Belén; intentando llevar un orden cronológico con el
resto de las escenas; es decir, si queremos montar
diversas representaciones, como por ejemplo, la Anunciación
a Maria, la Natividad y la Huida a Egipto; tendremos que
poner la Natividad en el centro de las tres escenas,
porque así es como sucedió en el tiempo entre los tres
hechos.
Una vez situada
nuestra escena principal, no debemos olvidar que tanto las
figuras como los enseres y las edificaciones, deberán ser
proporcionales al tamaño del Portal.
En cuanto a los
materiales para su realización, podemos resumirlos en los
tres mas utilizados tal vez:
Con
corcho natural
Primero realizaremos
un pequeño esqueleto con listones de madera de 4x4 cm. de
grosor, y luego forraremos la gruta, tanto el interior
como el exterior, con diversos trozos de corcho, de
diferentes espesores y medidas; que uniremos a la
estructura de madera mediante unos tornillos
suficientemente largos, o pegamento (bien cola o silicona térmica)
y que luego disimularemos con musgo, al igual que se
disimula las juntas entre las diversas piezas.
Con escayola
Primero haremos el
esqueleto de madera como en el caso anterior y lo
recubriremos con tela metálica. Después, iremos poniendo
trozos de tela de
arpillera, impregnados de escayola e iremos forrando con ellos la estructura
metálica. Posteriormente se pinta todo el conjunto y
añadimos los detalles finales.
Si deseas ver mas detalles de como
realizar todo esto, en la pagina estructura,
en el apartado montañas se detalla todo este procedimiento.
Con porexpan
o corcho blanco
Este
material es fácil de encontrar, sobre todo en los
embalajes de juguetes, electrodomésticos, muebles o
aparatos informáticos. Por supuesto se puede comprar también
en tiendas tipo de construcción, o manualidades,
donde además encontraremos de diferentes espesores y
distintas densidades.
En este caso puede
que no sea necesario realizar una estructura previa, pues
la dureza del material es suficiente para ir dando forma
al conjunto. Podemos ir pegando los trozos de corcho
blanco con cola de contacto especial para porexpan o con
cola blanca, y cuidado de no utilizar ningún producto que
tenga disolvente. Cuando tengamos hecha la estructura, la
iremos tallando para darle la forma deseada. Para este
tallado podemos utilizar un soldador eléctrico, con el
que iremos quemando el porexpan, y no olvidando que cuando
mas irregular, mas sensación de realidad nos dará. Luego
podemos repasar las rebabas que deja el soldador con una
lija, y ya le podemos dar con una lechada de escayola
aplicada a brocha, para tapar todos los poros y grietas.
Si vemos que es necesario le iremos aplicando capas, y
cuando la ultima empiece a endurecer, le pasaremos una
brocha de cedras duras para eliminar la superficie lisa de
la escayola y dar apariencia rugosa. Luego la pintaremos y
terminaremos, como lo explicado en el capitulo anterior.
Si lo que tienes es
un gran trozo de porexpan y deseas rebajarlo en su
interior, para hacerle la concavidad aparte de un
soldador, puedes utilizar un tornillo tirafondo de cabeza
redonda (tipo chincheta) cuanto mas largo mejor (mínimo
15 cm.), y lo unes a un mango de madera (no de plástico)
tipo el de una lima. Calientas la cabeza del tornillo en
un soplete o directamente en el fuego de la cocina (según
en la habitación que lo quieras hacer) y aplicas ese
tornillo caliente al porexpan produciendo un efecto mas
redondeado y rápido que el del soldador. Si lo que
queremos es dejar entrantes y salientes, utilizaremos quita pinturas,
disolvente o pegamento, cuando esté a nuestro gusto, lo
metemos en la ducha y pararemos el proceso de deterioro.
No olvidar que la gran cantidad de porexpan destruida es
toxica, y es conveniente el uso de mascarillas y hacerlo
en habitaciones muy ventiladas.
Detalles finales
Solo nos queda
cubrir el suelo con arena fina, musgo triturado o serrín,
y poner algunos detalles de vegetación.
Acordarse antes de cerrar nuestra gruta, de la instalación
eléctrica, ocultando los cables y las bombillas, y
teniendo en cuenta que el calor de la bombilla, no
perjudique ningún material.
Respetemos como siempre las proporciones de las
figuras y del entorno. Y taparemos las peanas de las
figuras, dejando solo visibles los pies.
Podemos añadir algún altillo, sitios destinados
a la leña o la paja, abrevaderos, útiles de labranza de
aquella época, vasijas, ánforas, alforjas, alguna
escalera, ropa, etc. pero con cuidado de no sobrecargar la
escena.
Podemos mezclar en nuestra gruta, las paredes de
piedra de la montaña con alguna columna o pared de contención,
realizada imitando ladrillos.
Debido al tamaño de este apartado,
puedes encontrar esta información pinchando aquí.
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