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  EDIFICIOS  
 

   Edificaciones y elementos de construcción sin olvidar las dimensiones y cantidad para mantener las proporciones del Belén.

 
  ÍNDICE  
   El Portal  
   El palacio de Herodes  
   Las casas  
   Pavimento  
   Ventanas, puertas, vigas y tejados  
 
  EL PORTAL  
  Como elemento principal entre todos los edificios, lógicamente encontraremos el Portal.

 Dicen las escrituras; «Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada» (Lucas 2, 6-7). El albergue o posada, no era otra cosa que el caravasar: 

 

 
 

 Un espacio a cielo descubierto, rodeado de un muro bastante alto, para repeler los ataques de ladrones. Dentro, en torno al patio, corría un pórtico que ofrecía refugio y estaba cerrado en algunos tramos por un murete. Así, se creaban una especie de pequeños habitáculos, reservados para quienes podían permitirse pagar por tener una intimidad mayor. Según el abad Ricciotti, es difícil imaginar que en el caravasar o en toda Belén no hubiera un rincón en el que acoger a los dos esposos. Sin embargo, ese «para ellos» podría indicar que en aquellos días y en aquellas circunstancias, con el abarrotamiento y la absoluta promiscuidad que se vivía en los lugares públicos, lo que María no encontraba era un lugar donde vivir el nacimiento de Jesús con reserva y discreción, donde lograr un poco de intimidad. La otra parte del texto habla de un pesebre; y el pesebre supone un establo que en la pobre ciudad de David, eran pequeñas grutas excavadas en la roca en los alrededores de las casas o en las colinas que rodeaban Belén.

  A partir de estos datos, situaremos el Portal, como centro de atención, a primera vista, destacando del resto del montaje de nuestro Belén; intentando llevar un orden cronológico con el resto de las escenas; es decir, si queremos montar diversas representaciones, como por ejemplo, la Anunciación a Maria, la Natividad y la Huida a Egipto; tendremos que poner la Natividad en el centro de las tres escenas,  porque así es como sucedió en el tiempo entre los tres hechos.

 Una vez situada nuestra escena principal, no debemos olvidar que tanto las figuras como los enseres y las edificaciones, deberán ser proporcionales al tamaño del Portal.

 En cuanto a los materiales para su realización, podemos resumirlos en los tres mas utilizados tal vez:

                             

 Con corcho natural

 Primero realizaremos un pequeño esqueleto con listones de madera de 4x4 cm. de grosor, y luego forraremos la gruta, tanto el interior como el exterior,  con diversos trozos de corcho, de diferentes espesores y medidas; que uniremos a la estructura de madera mediante unos tornillos suficientemente largos, o pegamento (bien cola o silicona térmica) y que luego disimularemos con musgo, al igual que se disimula las juntas entre las diversas piezas. 

 Con escayola

 Primero haremos el esqueleto de madera como en el caso anterior y lo recubriremos con tela metálica. Después, iremos poniendo trozos de tela de arpillera, impregnados de escayola e iremos forrando con ellos la estructura metálica. Posteriormente se pinta todo el conjunto y añadimos los detalles finales.

Si deseas ver mas detalles de como realizar todo esto, en la pagina estructura, en el apartado montañas se detalla todo este procedimiento.

 Con porexpan o corcho blanco

 Este material es fácil de encontrar, sobre todo en los embalajes de juguetes, electrodomésticos, muebles o aparatos informáticos. Por supuesto se puede comprar también en tiendas tipo de construcción, o manualidades,  donde además encontraremos de diferentes espesores y distintas densidades.

 En este caso puede que no sea necesario realizar una estructura previa, pues la dureza del material es suficiente para ir dando forma al conjunto. Podemos ir pegando los trozos de corcho blanco con cola de contacto especial para porexpan o con cola blanca, y cuidado de no utilizar ningún producto que tenga disolvente. Cuando tengamos hecha la estructura, la iremos tallando para darle la forma deseada. Para este tallado podemos utilizar un soldador eléctrico, con el que iremos quemando el porexpan, y no olvidando que cuando mas irregular, mas sensación de realidad nos dará. Luego podemos repasar las rebabas que deja el soldador con una lija, y ya le podemos dar con una lechada de escayola aplicada a brocha, para tapar todos los poros y grietas. Si vemos que es necesario le iremos aplicando capas, y cuando la ultima empiece a endurecer, le pasaremos una brocha de cedras duras para eliminar la superficie lisa de la escayola y dar apariencia rugosa. Luego la pintaremos y terminaremos, como lo explicado en el capitulo anterior.

 Si lo que tienes es un gran trozo de porexpan y deseas rebajarlo en su interior, para hacerle la concavidad aparte de un soldador, puedes utilizar un tornillo tirafondo de cabeza redonda (tipo chincheta) cuanto mas largo mejor (mínimo 15 cm.), y lo unes a un mango de madera (no de plástico) tipo el de una lima. Calientas la cabeza del tornillo en un soplete o directamente en el fuego de la cocina (según en la habitación que lo quieras hacer) y aplicas ese tornillo caliente al porexpan produciendo un efecto mas redondeado y rápido que el del soldador. Si lo que queremos es dejar entrantes y salientes, utilizaremos quita pinturas, disolvente o pegamento, cuando esté a nuestro gusto, lo metemos en la ducha y pararemos el proceso de deterioro. No olvidar que la gran cantidad de porexpan destruida es toxica, y es conveniente el uso de mascarillas y hacerlo en habitaciones muy ventiladas.

 Detalles finales

 Solo nos queda cubrir el suelo con arena fina, musgo triturado o serrín, y poner algunos detalles de vegetación.

 Acordarse antes de cerrar nuestra gruta, de la instalación eléctrica, ocultando los cables y las bombillas, y teniendo en cuenta que el calor de la bombilla, no perjudique ningún material. 

 Respetemos como siempre las proporciones de las figuras y del entorno. Y taparemos las peanas de las figuras, dejando solo visibles los pies.

 Podemos añadir algún altillo, sitios destinados a la leña o la paja, abrevaderos, útiles de labranza de aquella época, vasijas, ánforas, alforjas, alguna escalera, ropa, etc. pero con cuidado de no sobrecargar la escena.

 Podemos mezclar en nuestra gruta, las paredes de piedra de la montaña con alguna columna o pared de contención, realizada imitando ladrillos.

 

 

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